Hay que reconocerlo, Halloween se nos ha zampado el Día de Todos los Santos.
Desde hace años, la cultura y las tradiciones anglosajonas se van imponiendo en el resto del mundo occidental, especialmente entre las generaciones más jóvenes y debido, sobre todo, a la hegemonía del sector del entretenimiento y ocio estadounidense (cine, videojuegos, cómics, best sellers...) Pero hay otro gran motivo por el que repartimos calabazas en Halloween, apuramos la tarjeta en Black Friday o reproducimos villancicos de Mariah Carey, Sia o Michael Bublé. Y es que, en una sociedad cada vez más laica, la capacidad anglosajona de potenciar la parte lúdica y divertida de las celebraciones no tiene límites. Incluso si hablamos de la noche de difuntos... sobre todo si hablamos de Halloween.
Los que ya tenemos una edad, recordamos cómo pasábamos el Día de todos los Santos cuando éramos niños. Era un día sin cole, sí. Pero también un día solemne. Gris. Hoy en cambio, todos nuestros niños -y también los menos niños- tienen marcado Halloween como una de las grandes citas del año. Y aún hay quien se pregunta porqué una fiesta gana adeptos cada año mientras la otra los pierde con cada generación. En cualquier caso, y celebremos o no Todos los Santos al día siguiente, os dejamos aquí seis consejos (¿casualidad?) para que la víspera, la noche de Halloween sea, con los peques, terroríficamente divertida:
- Lo primero y más importante, dejarles trasnochar. Hasta que se caigan de sueño. Porque una noche es una noche. Y ésta precisamente se supone que es mágica. Les va a encantar.
- Disfrázate y/o maquíllate con ellos. Participa en su fiesta. No hace falta volvernos locos, lo importante es que vean que te vuelcas en una noche que esperan sea mágica. Y si compartís temática mucho mejor: verás qué fotos más divertidas.
- Prepara un plan especial, con actividades que se salgan de lo habitual. Fuera o en casa. Con amigos o en familia. Todas las opciones son buenas si reina la creatividad y el buen humor.
- Si la fiesta tiene lugar en casa, temas como la decoración o algún plato temático son fundamentales para crear ambiente. Si ambientamos toda la casa o simplemente el salón o el comedor, dependerá del tiempo y del presupuesto.
- El contenido de la fiesta es el quid fundamental. Pensad cómo se lo pueden pasar mejor los peques pero también vosotros (si no, creedme, la noche se os puede hacer muy larga). Aquí por supuesto el factor fundamental a tener en cuenta es la edad de los niños y las características del barrio, urbanización, etc. Acompañarles para que hagan su primer “truco o trato” si lo tenéis hablado entre vecinos, organizar juegos de mesa de misterio, habilidad o mímica, compartir una peli (hoy tenemos auténticas joyas temáticas perfectas para ver en familia)...
- ¿Hace un escape room? Es cierto que este punto podría incluirse en el anterior, pero está cogiendo tanta fuerza que creemos se merece protagonismo propio. Seguro que para esas fechas, muchos locales habrán tematizado sus escapes, así que si tienes niños mayores y quieres una experiencia inmersiva, esta es una gran opción. Y si te gusta la idea pero no te encaja salir de casa, no te preocupes: en la actualidad tienes un sinfín de escapes en plan “do it yourself” que realmente funcionan muy bien. Aquí, un último consejo: anticípate. Léete antes las instrucciones para que sea abrir y poneros a jugar (muchos requieren un periodo de preparación que a los niños se les hace eterno y pueden perder el interés). De esta manera, además, puedes afinar la tematización, la música, incluso distribuir las pruebas y acertijos por la casa... les va a encantar.
Hay mil maneras de disfrutar un gran Halloween. Podemos irnos de puente y vivir una experiencia temática completa en un hotel o resort prácticamente ya durante estas primeras semanas de octubre (https://www.marinador.com/es/halloween-marina-dor) o podemos quedarnos en casa y dedicarle tiempo, cariño y una pizca de creatividad a una noche que puede ser inolvidable para nuestros peques. Al final, lo único importante y lo que van a recordar -al menos hasta el año que viene, no es dónde lo celebraron, sino lo bien que se lo pasaron. Con vosotros.