La magia es energía. Y como tal, ni se crea ni se destruye. Solo se transforma

Tenemos frente a nosotros unas Navidades distintas.
Huérfanas de tantos encuentros. De muchos besos y abrazos.
Donde echaremos en falta risas y alegrías… emociones y recuerdos.

Serán unas Navidades diferentes. Sin duda.
Donde extrañaremos incluso la sobremesa con el cuñado de turno y en las que, quién lo iba a decir,
todos ¡todos!, anhelamos exactamente el mismo regalo: una vacuna. De normalidad.

Pero si algo hemos de aprender de estos días,
es que la ilusión por compartir, por reír y por brindar- no tiene fechas.
Y que bien puede atesorarse en el corazón hasta que sea seguro compartirla con los nuestros.

Que la magia que fluye cuando estamos con nuestros seres queridos (y allegados), no tiene límites.
Y que podemos vivirla, y disfrutarla, y compartirla, ya sea diciembre, abril, mayo o agosto.
Porque lo que realmente importa no es el cuándo ni el porqué, sino el con Quién.

Esforcémonos para que este Encuentro, en cuanto sea posible, sea sencillamente perfecto.
Éste es nuestro deseo para todos. Y nuestro compromiso. En Marina d’Or
llevamos meses trabajando duro para ofreceros, a la vuelta, nuevas experiencias para disfrutar juntos.

Que las Navidades 2020 sirvan para despedir un año para olvidar.
Y para recordarnos que la ilusión, la emoción y la magia, viven en el corazón, no están atadas al calendario.
Y que habría que vivirlas siempre, en cualquier momento del año.

Te esperamos, a partir de abril, con toda la magia y un sinfín de nuevas experiencias para compartir.

Feliz Navidad.