Madre no hay más que una... pero lo cierto es que hay tantos tipos de madres -y de padres- como de niños... ¡y viceversa!
Y es que mientras los padres nos esforzamos por educar y compartir valores, estilos y premisas de vida, también es cierto que nuestra visión de las cosas, del entorno y de los demás también evoluciona y se adapta, queramos o no, a las nuevas circunstancias y a las nuevas experiencias a las que, inevitablemente, nos vemos abocados mientras crecemos a la vez que nuestros propios hijos. Y es que todo nuestro entorno está, especialmente con niños, en constante cambio.